Sin Remitente
Por lo menos en la zona urbana, el municipio de Centro es un caos. A las anegaciones de calles y ya de colonias que empiezan a padecer de inundaciones, amén de la falta de agua potable, se suma la existencia de huecos por todas partes que alentan la circulación y dañan las unidades.
La alcaldesa fracasó en su primer año de gestión: no pudo impedir que las familias del municipio sufran de los mismos problemas de siempre: falta de agua, calles despedazadas y afectaciones por lluvias porque los cárcamos fallan o no hay combustible.
El equipo que la acompaña y que gana un jugoso salario, no le ayuda en gran cosa y parecen más empeñados en hacerla quedar mal y exhibirla como una incompetente que carece de autoridad . Y ciertamente pocos le hacen caso.
Lo que evidencia también es que la están engañando flagrantemente y que cuando supervisa, de vez en cuando, le enseñan presuntas obras que no han acabado o que son de muy mala calidad como las lluvias han demostrado.
¿Cómo explicar entonces que las calles y avenidas que fueron asfaltadas hayan regresado a su estado anterior y estén convertidas en auténticas amenazas para automovilistas y transeúntes?
La alcaldesa parece no entender la responsabilidad que tiene de encabezar el municipio más poblado e importante del Estado y sigue fungiendo más como la titular de Cultura que ya no es.
Si se revisa lo que ha hecho a casi un año de gestión, la lista de acciones la lideran actividades culturales en un municipio cuya población demanda la atención a necesidades básicas que sí urgen.
Alguien debería avisarle a la alcaldesa que ya dejó de ser secretaria de Cultura y que es el momento de comenzar a gobernar. Que el señor Ramiro Chávez Gochicoa es el responsable de la Secretaría de Cultura.
Por cierto, ya llevamos semanas de lluvia y a la alcaldesa no se le ha visto salir a supervisar el funcionamiento de cárcamos ni mucho menos a recorrer las calles maltrechas. Y no hablo de los últimos días en que se reportó con COVID 19 y que tomó para seguir descansando en su casa.
