Triques
Diariamente mueren tarahumaras en la sierra de Chihuahua, niños, mujeres, hombres ancianos. Muchas veces por una simple gripe o una diarrea que pueden solucionarse con una pastilla. Ante esta realidad, conocida por las autoridades de la entidad, nadie se indigna. Es simplemente un día normal en la sierra.
Cuando en la sierra corre sangre tarahumara no es noticia, a la oposición le interesa los niños con cáncer de las ciudades y no los de los lugares apartados, porque con éstos no puede chantajear a esa parte de la clase media sentimentaloide, cuya sensibilidad su entrenada con telenovelas.
Chihuahua ha sido cuna de diferentes luchas sociales, desde revoluciones hasta guerrillas, y no es gratuito porque la injusticia parece haber llegado para quedarse.
Es precisamente el PAN, el que se desgarra las vestiduras en el Congreso por la muerte de dos sacerdotes en un lugar que considera su bastión electoral y donde su gobernadora les arrebató tierras a los tarahumaras para regalárselas a un empresario por haber financiado parte de su costosa campaña electoral.
El PAN se deshace y nos es gratuito, con este tipo de hipocresías que raya en el homicidio cualquier estado, por muy ignorante que sea les da la espalda. Su falta de propuestas su ignorancia política, su distanciamiento eterno de las personas más necesitadas y su violencia verbal sólo puede conducir al panismo a su desintegración.
Otra agresión impune es la violación a los derechos de los tarahumaras por parte de la familia de menonitas LeBaron, quien siempre se han dicho víctimas de agresiones y muestran su inconformidad contra el gobierno federal ante el mínimo pretexto. Lo cierto es que desde hace siete años de los ejidos norte de Chihuahua los denunciaron por el robo de agua con la apertura de pozos clandestinos y que ahora consideran propios y quieren electrificar, perpetrando un delito sobre otro, con la impunidad garantizada.
Los LeBarón tienen más de 20 órdenes de aprehensión en su contra según informaron El Barzón y del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres. Se trata de más de 400 pozos ilegales. En la región hay concesiones de agua del subsuelo por mil 750 millones de metros cúbicos, para sembrar 275 mil hectáreas, pero se cultiva más del doble, 590 mil. Se han establecido más de 100 mil hectáreas después de 2013. Menonitas y los LeBarón siembran nogales, de gran consumo de agua, y carecen de concesiones.
Por otra parte, integrante de familias de la comunidad de Angostura en Galeana son objeto de hostigamiento de varios integrantes de la familia LeBarón por más de cinco años consecutivos les han intenta tomar más de 5.3 hectáreas y actualmente atraviesan por un nuevo conflicto competencial de propiedades a los que un Tribunal Agrario ya les dio la razón.
la familia LeBarón ha intentado apoderarse de unas tierras donde habían sembrado nogales, y constantemente buscan tomar más propiedades, donde incluso han tenido el mismo comportamiento con otros habitantes que no “pelean” por sus pertenencias y es cuando se las arrebatan.
Siempre criticando y amenazando al gobierno federal y ellos son los principales agresores de los tarahumaras, que fingen demencia a la hora de hacerse responsables de sus propias fechorías. Se han dedicado estos tres años a chantajear a la opinión pública y tratar de desgastar al gobierno. Son unos verdaderos parásitos a costa del agua y las tierras de los tarahumaras y pareciera que les tienen miedo los gobiernos estatales y federales para hacer justicia y de manera ejemplar, ya que han tomado como víctimas permanentes a los tarahumaras.
Es tiempo de que en la sierra tarahumara no sólo al detener y castigar a los culpables del asesinato de las tres personas, sino por los talamontes que actúan con impunidad destruyendo el hábitat de esos pueblos; combatiendo al cártel del Golfo que llegó a la entidad con patrocino y anuencia de Felipe calderón, de los LeBarón, que no desaprovechan oportunidad para hacerse las víctimas ante los reflectores delos medios siendo ellos los victimarios.
La tierra de Chihuahua está llena de chantajes y malos gobiernos, con víctimas visibles que todos los gobiernos, en sus tres niveles han descuidado. Podrían empezar por hacer justicia con los usurpadores de terrenos y talamontes que tanto daño hacen a los tarahumaras.
